martes, 19 de abril de 2011

Ahora, más fría, puedo borrar unas cuantas menciones a la...


Cuántas veces he llorado por tonterías,
he gimoteado por mis cosas de niña
y he crecido para maldecir
trabajos, estudios y en resumen,
la superficie de la vida.

Y ahora, cuando entre descansos
de esta lucha en el ring
me vuelven a dar un puñetazo
de nudillos agrietados, blasfemos,
de todo lo que ella me enseñó
y ahora,
que me toca recuperar esos apuntes,
de esos momentos de cruel certeza.

es la natura
su decisión es que siga,
su decisión es que frene una alegría,
una agonía,
una palabra en una boca.

No puedes luchar cuando no hay guerra.
Se te ofrece una batalla
pero se te avisa de que
la decisión está tomada.

Porque mi voz no tiene cabida,
aquí sólo manda la natura,
la raíz. ¿Ahora?

Trago saliva, me digo: sé fuerte.
En este segundo
creo saber de que se debe llorar,
por qué cosas he de levantar la mano,
abrir los ojos y mirar desde arriba.

Se debe reir por la vida,
se debe soportar la decisión de la natura,
y se puede llorar por la muerte.

Todo lo demás es un charco en los ojos
de una niña.

viernes, 15 de abril de 2011

La comunión entre abismo y tierra firme.

Si te golpeas al caer, te saldrá una herida, se cubrirá con una concha, de coral y arena viva.
Tu caída será la unión, entre la altura y el fondo, será boda del aire que empujas hacia abajo y arriba. En comunión, paz la tierra y el cielo por un día.
Pero si caes tan fuerte, que todo tú te vuelvas ave encendida, y de ti al tiempo queden cenizas, será tu fuego la llama, del adiós a la vida.
Durante la espera, de largos años, tejía un tapiz sobre .
Se rompió la lana, se quebró el ánima, fingí que no lo sabía.
Acabé una cubierta de colores para una cama, soñando con que sólo saltáramos como niños sobre almohadas.
Que no raspes el aire con un grito, que no patearas al abismo antes de que te arranque la tierra firme del cielo.
Nuestro lugar está aquí, sin vuelos. No seremos águilas sino gallinas, pavos reales, perdices.
Pájaros de fuego en el momento del salto, pensando renacer de un llanto olvidado.
El lazo del pelo de una niña nerviosa, que deshace con sus juegos el orden y la belleza.
Y es en cambio ésto, si cabe, más bonito.

martes, 12 de abril de 2011

La decisión de la natura.


Cuántas veces he llorado por tonterías,
he gimoteado por mis cosas de niña
y he crecido para maldecir
trabajos, estudios y en resumen,
la superficie de la vida.

Y ahora, cuando entre descansos
de esta lucha en el ring de la vida
me vuelven a dar un puñetazo
de nudillos agrietados, blasfemos,
de todo lo que me enseñó la vida
y ahora me toca recuperar esos apuntes,
de esos momentos de cruel certeza,

es la natura de la vida,
su decisión es que siga,
su decisión es que frene una alegría,
una agonía,
una palabra en una boca.

No puedes luchar cuando no hay guerra.
Se te ofrece una batalla
pero se te avisa de que
la decisión está tomada.

Porque mi voz no tiene cabida,
aquí sólo manda la natura,
la raíz de la vida.

Trago saliva, me digo: sé fuerte.
Ahora ya sé de que se debe llorar,
por qué cosas he de levantar la mano,
abrir los ojos y mirar desde arriba.

Se debe reir por la vida,
se debe soportar la decisión de la natura,
y se puede llorar por la muerte.

Todo lo demás es un charco en los ojos
de una niña.